La lectura competente depende de muchos factores, entre ellos, la calidad de la enseñanza. La calidad de la enseñanza se ve influenciada por las decisiones pedagógicas que los docentes realizan, y que están fundadas en modelos y teorías sobre la lectura. Podemos organizar el trabajo en el aula en los diversos espacios curriculares de modo que la lectura y escritura se empleen como herramientas para aprender los contenidos de las asignaturas. La lectura y la escritura suelen trabajarse vinculadas a la reflexión sobre los géneros, especialmente literarios, pero no como prácticas de estudio para aprender dentro de las restantes materias. El docente con frecuencia expone los contenidos disciplinares, y la lectura y escritura se utilizan para evaluar contenidos. La estrategia picto-fonética es una propuesta de enseñanza de la lectoescritura inicial que integra dos aspectos claves que favorecen la relación grafema fonema. Al estudiante hay que enseñarle a leer y a escribir, porque el sistema alfabético del idioma español requiere de una didáctica planeada, explícita y sistemática para estimular los cuatro niveles de procesamiento cognitivo a saber: perceptual, léxico, sintáctico y el semántico. Para estimular la lectura en el alumnado hay que trabajar distintos textos y se llevarán a cabo dinámicas motivadoras. Las estrategias cognitivas que promueven la comprensión lectora permiten a la vez desarrollar competencias globales. El desarrollo del pensamiento y el aprendizaje a través de estrategias de rutinas de pensamiento permiten al estudiante pensar con mayor profundidad, a crear cultura de pensamiento y a mejorarán las habilidades de lectoescritura.